Glaciar 10




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ORQUIDEAS SILVESTRES

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Rosario, Santa Fe, Argentina
Me llamo juliana, nací un 18 de Novimbre,hace ya muchos años.Soy española pero resido en Argentina, a quien debo el ser quien soy. Estudié en la facultad de Bellas Artes,profesorado de dibujo, pintura y artes aplicadas,incluyendo la cerámica artística a la que dediqué toda mi vida. Ahora en forma autodidacta trato de recuperar mi vocación por escribir lo que me dicte mi inspiración sin pretensiones literarias. Con ello cumplo un sueño que permaeció dormido pero no olvidado,mucho tiempo. Este blog tiene el propósito de dejar un legado virtual para aquellas personas que me recuerden cuando ya no esté en este mundo. Desde algún lugar los veré y me sentiré feliz ¡que así sea!

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jueves, 8 de julio de 2010

EL UNICORNIO (cuento)


Hay momentos en que al alma se le da por retroceder y en puntas de pié
se encamina a lugares y épocas remotas en tiempo y distancia, recordando
a veces imágenes ya conocidas, hurgando en algún lugar de nuestro subconsciente, reflotando hechos que se encuentran sumergidos u olvidados y afloran nítidos cual si hubiesen sucedido hace apenas unos minutos. La mente es un receptáculo de vivencias que se refugian en ella, aguardando el momento de tener de nuevo protagonismo en nuestro vivir.
Pero otras veces, el alma tiene ansias de rodearse de cosas inverosímiles y tomando por atajos desconocidos se introduce en un inconmensurable campo de fantasías y ensoñaciones, donde puede emplear algunos
subterfugios que simulen realidad.
¡Exactamente eso le ocurrió a mi alma!


Tomando por vericuetos desconocidos e intransitables y perdiendo en el camino la noción de todo tiempo, fecha y lugares habituales, apareció de pronto en medio de un bosque de fronda exuberante, con una infinita gama de verdes.
El silencio, solo interrumpido por el trinar de las aves; las mariposas multicolores salpicando la tarde, la brisa leve y fresca y un tímido rayo de sol luchando por transponer la espesura del follaje, crearon un ambiente de serena paz que acentuó el cansancio de tan largo viaje y recostada en la hierba, mi alma se quedó dormida ….y soñó.


Una niña pequeña, hija del guardabosque y su esposa, recorría el bosque recogiendo flores silvestres para su mamá. ¡ Qué bella era la niña ! Y ese bosque era como el de los antiguos cuentos, Con animalitos corriendo libremente entre Hadas , Gnomos y el valor añadido de un Unicornio de resplandeciente blancura que, habituado a la presencia de la niña, todos los días se acercaba para brindarle cariño.
Sabido por todos, es que, los Unicornios son seres de impactante belleza. Con su cuerpo de caballo fuerte , ágil y extraordinariamente veloz que se diferencia de los otros caballos, porque en su belfo crece una barba de chivo y en la parte frontal de su cabeza emerge un único cuerno, al que debe su nombre.
Las leyendas cuentan que es un ser puro y noble, y se deja ver solamente por quienes reúnen las mismas condiciones de pureza y bondad. Pero además le atribuyen a su cuerno poderes mágicos y curativos en casos de envenenamiento y males incurables. Pero al separar el cuerno de su cabeza, el bello animal muere.


El cariño que sentían recíprocamente el Unicornio y Edda, la niña, era tan evidente, que a menudo se los veía jugando a las escondidas o corriendo
cortas carreras que el Unicornio siempre se dejaba ganar.
Pasó el tiempo y como a mi alma le gustó ese lugar paradisíaco decidió quedarse en el continuando con el sueño.
Un día la pequeña se sintió mal , muy mal, con evidentes signos de intoxicación o envenenamiento por alguna fruta silvestre no conocida o algún alimento en mal estado.
El único médico en aquellos parajes estaba a varios kilómetros de distancia y el papá de Edda decidió ir en su busca a grupas del Unicornio cuyo galope era mas veloz que el viento; pero así y todo cuando llegaron con él, confirmó que la niña estaba envenenada y no contaba con el antídoto que necesitaba y sin él, Edda no tendría salvación, por lo que sugirió a sus padres , como única solución , cortar el cuerno de la bella bestia, cuyos poderes representaban la única alternativa.
Edda , que aún no había perdido el conocimiento se opuso rotundamente, a que sacrificaran a su amigo del alma, y argumentó, rompiendo en llanto que si lo hacían, morirían los dos, porque ella se dejaría morir por la pena de perderlo.
¿Qué hacer? ¿Qué resolución tomar en tan extrema situación?


El Unicornio, desesperado por la angustia de perder a su dulce amiga, echó a correr con el firme propósito de ofrendar su valioso cuerno y con él su vida, al ser que más amaba Pero…. ¿Cómo cortar su cuerno?
Por fin encontró una rama en sentido horizontal en la que, agachando su cabeza y corriendo de costado y con fuerza, podría lograrlo; porque si arremetía de frente, su cuerno quedaría incrustado y... el tiempo apremiaba.
Su correr de costado y velozmente, configuró una escena de Ballet, bella y dramática y un “krasch” se escuchó al romperse el cuerno casi por la mitad.
El gnomo, que a cierta distancia había seguido al amigo, presenció como el Unicornio quedaba inmóvil en el suelo sin dar señales de vida y sin dudarlo, tomando el trozo de cuerno, corrió lo mas rápido que sus cortas piernas le permitían y pudo dejarlo en las manos de la niña agonizante pero aún con vida. Aunque el cuerno no estaba íntegro, sus poderes lograron el milagro esperado y Edda recuperó la vida que estuvo a punto de perder.


Pero ¡oh tristeza! El haber recuperado su vida equivalía a la pérdida definitiva de su buen amigo que con su acto de generosidad había destruido para siempre su felicidad. Así no quería seguir viviendo ni podía aceptar su sacrificio. Mil veces la muerte a ese profundo dolor.
Era tal su sufrimiento que, al día siguiente mirando por la ventana,le pareció ver entre el follaje la forma imprecisa de un caballo blanco iluminado por un rayo de sol, que se acercaba lentamente al lugar donde ella se encontraba.
Pensó que su mente le jugaba una broma y se trataba de una visión fantasmal, pero al acercarse pudo comprobar que quien ya estaba a su lado era su amado Unicornio; bello como siempre pero con el cuerno segmentado, gracias al que, al no haber sido arrancado en su totalidad, siguieran ambos con vida.

Juliana Gómez Cordero

2 comentarios:

Juanjo Almeda dijo...

Hola querida Juliana, me alegra que tu cuento terminara así...
No había leído tu entrada sobre la libertad, tienes razón, no somos libres al cien por cien; a mi me gusta pensar que sí, y creérmelo, de hecho creo que soy libre dentro de lo no libre, con nuestras limitaciones, o limitaciones que nos imponen. A las personas que se sienten completamente libres suelen tacharlas de excéntricas, inadaptadas, algo locas o locas totalmente; el ser completamente libre implica el no seguir todas las normas marcadas no quitando respetar algunas, pero no todas.
Pensarás con ésto que soy un rebelde; un ser completamente anárquico, que no le gusta, muchas veces, que le digan lo que tiene que hacer, y que, no concibe, que le impongan otras personas que como él, son personas también ignorantes en su ignorancia, por muy inteligentes que sean... Bueno, la verdad, es que algo sí.
Ya te lo diré en un poema, que guardo, y que dice lo que fuí, lo que soy, y lo que quiero ser.
Besos Juliana.

Juliana Gómez Cordero dijo...

Juanjo querido, gracias por leer el cuento que no escribí yo, si no mi alma irremediablemente soñadora, que se sintió inspirada por bellas imágenes reales o nó, que alberga mi mente y se escaparon para liberarse de las realidades cotidianas,( no precísamente agradables) que nos rodean y acosan inevitablemente.
Es mi recurso para eludirlas.

En cuanto a tu concepto sobre la libertad, si bien reconoces que cien por cien , nadie es libre,te auto-liberas de algunas limitaciones y en tu alto vuelo logras vivir tu preciada libertad,a tu modo y sentir, que comparto plenamente.
Con mucho cariño.
Juliana