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Tenías muchos sueños y te sentías como una princesa
prisionera de algún cuento imaginado, rescatada por
príncipes gallardos y valientes, en paisajes encanta-
dos con espesas frondas y suaves melodías inundando
los espacios tapizados de sosiego.
Ahora miras tu entorno y ves que todo es silencio, que
ya el paisaje cambió, desapareció la fronda, una nube
cubrió el sol, la penumbra te rodea.
Temes avanzar a oscuras, vacilante e insegura y te
domina el terror angustiante, exacerbado por las dudas
que poblando van tu interior ¿Qué hacer? ¿que resolución
tomar? ¿que dificultad vencer y por qué senda avanzar?
Atrás quedaron los sueños, las quimeras juveniles, los
colores, los matices, los años de la niñez.
Hay que enfrentar el presente que te conduce al futuro
y emprender aunque insegura el camino que te lleva a la
adultez.
Y pasarán los temores, aprenderás que a la vida no hay
que temerle, hay que vivirla y hay que tratarla como a
una amiga.
---- Juliana Gómez cordero----
Tenías muchos sueños y te sentías como una princesa
prisionera de algún cuento imaginado, rescatada por
príncipes gallardos y valientes, en paisajes encanta-
dos con espesas frondas y suaves melodías inundando
los espacios tapizados de sosiego.
Ahora miras tu entorno y ves que todo es silencio, que
ya el paisaje cambió, desapareció la fronda, una nube
cubrió el sol, la penumbra te rodea.
Temes avanzar a oscuras, vacilante e insegura y te
domina el terror angustiante, exacerbado por las dudas
que poblando van tu interior ¿Qué hacer? ¿que resolución
tomar? ¿que dificultad vencer y por qué senda avanzar?
Atrás quedaron los sueños, las quimeras juveniles, los
colores, los matices, los años de la niñez.
Hay que enfrentar el presente que te conduce al futuro
y emprender aunque insegura el camino que te lleva a la
adultez.
Y pasarán los temores, aprenderás que a la vida no hay
que temerle, hay que vivirla y hay que tratarla como a
una amiga.
---- Juliana Gómez cordero----
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