Las decisiones equivocadas son muy difíciles de
corregir y el tiempo se encarga, tarde o temprano
de ponerlas en evidencia.
A veces la falta de control sobre nuestros actos, el
actuar impulsiva e irreflexivamente nos lleva a
sentir remordimientos y arrepentirnos de haberlo
hecho. Nos sentimos impotentes y angustiados
¿ que hacer?
Esta especie de prólogo escrita en plural, está sin
embargo dedicado a tí, amigo mío que estás
atravesando por esa compleja situación.
Te invade la tristeza y todo te dice que estás solo
en tu voluntaria ausencia, al alejarte decididamen-
corregir y el tiempo se encarga, tarde o temprano
de ponerlas en evidencia.
A veces la falta de control sobre nuestros actos, el
actuar impulsiva e irreflexivamente nos lleva a
sentir remordimientos y arrepentirnos de haberlo
hecho. Nos sentimos impotentes y angustiados
¿ que hacer?
Esta especie de prólogo escrita en plural, está sin
embargo dedicado a tí, amigo mío que estás
atravesando por esa compleja situación.
Te invade la tristeza y todo te dice que estás solo
en tu voluntaria ausencia, al alejarte decididamen-
te de tu vida anterior.
Cuando estás añorando las cosas de un pasado al
que quisieras volver. Cuando has perdido todo
aquello que pudiste retener en tus manos y lo
dejaste escapar.
Cuando pronuncias un nombre llamando a un
trasnochado fantasma de tu mente, escondido en
las brumas de tu irresolución y sientes que la vida
te va dando la espalda cuando más necesitas que
te tienda la mano y te infunda valor para emprender
el camino del retorno y encontrar lo que dejaste
olvidado en tu apuro por irte y ves que es imposible;
que es muy largo el trayecto para volver atrás y si
acaso pudieras desandar el camino, de aquello que
dejaste ¿ qué y cómo encontrarás ?
Transitando el otoño vas llegando al invierno con su
frío letal; tus sueños se perdieron buscando lejanías y
llegaste tan lejos que no puedes regresar.
Pero algo has aprendido, la vida te enseñó que el
el tiempo que transcurre no perdona los yerros
cometidos y ahora lo comprendes cuando estás solo,
arrepentido y pensando si la vida pudiera permitirte
volver a comenzar
Cuando estás añorando las cosas de un pasado al
que quisieras volver. Cuando has perdido todo
aquello que pudiste retener en tus manos y lo
dejaste escapar.
Cuando pronuncias un nombre llamando a un
trasnochado fantasma de tu mente, escondido en
las brumas de tu irresolución y sientes que la vida
te va dando la espalda cuando más necesitas que
te tienda la mano y te infunda valor para emprender
el camino del retorno y encontrar lo que dejaste
olvidado en tu apuro por irte y ves que es imposible;
que es muy largo el trayecto para volver atrás y si
acaso pudieras desandar el camino, de aquello que
dejaste ¿ qué y cómo encontrarás ?
Transitando el otoño vas llegando al invierno con su
frío letal; tus sueños se perdieron buscando lejanías y
llegaste tan lejos que no puedes regresar.
Pero algo has aprendido, la vida te enseñó que el
el tiempo que transcurre no perdona los yerros
cometidos y ahora lo comprendes cuando estás solo,
arrepentido y pensando si la vida pudiera permitirte
volver a comenzar
Juliana Gómez cordero
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