Caminaba delante mio y se detuvo a mirar la vidriera de una juguetería, yo me paré a su lado y ni siquiera lo advirtió. Permaneció en esa posición unos segundos y se disponía a seguir caminando cuando impulsivamente le pregunté.
-¿Te gusta alguno en especial?
Me miró sorprendido sin decir nada y repetí mi pregunta,
- ¿te gusta alguno?
- ¡ me gustan todos!
Pero si te gustara alguno en especial, yo puedo regalártelo. Su rostro se ensombreció al decirme.
- ¿Para que? yo no tengo tiempo para jugar.
Al verlo tan accesible me animé a seguir con mis preguntas
-¿por qué no tienes tiempo?
- porque trabajo
-¿que edad tienes?
- diez años recién cumpliddos
- y ¿en qué trabajas?
- desde las siete y media abro puertas de taxis.
- Hasta que hora?
- Hasta las diez
- y ahora ¿adonde ibas?
- Todos los dias a las once, le limpio el coche del doctor que vive a diez cuadras después le hago mandados a una viejita...y ya se hace la hora de ir a comer.
Continué con mis preguntas (no se trataba de un reportaje, aunque lo parecía).
- ¿Al colegio vas a la tarde?.
No pude soportar su mirada cuando me dijo
-¡Usted está mal! si yo no trabajo ¿cómo viven mi mamá y mis dos hermanos chiquitos?
No supe que responder...
-¿y tu papá?
- Si tengo, no sé por donde anda y ahora discúlpeme pero se me hace tarde y el doctor se enoja.
Echó a correr y lo perdí de vista. ¿Quien eres Niño-Hombre? ¿cuantos duplicados tienes en el mundo? ¿donde encontrar tu infancia perdida, tu fe y la esperanza que nunca conociste? ¿quién y cómo te podrá ayudar?. La impotencia me invade, mi ruego... ¿llegará a algún sitio?. Solo le pido a la vida (tu vida Nño-Hombre)que no se ensañe con vos, que no te cubra con el estigma del resentimiento y te brinde tantas satisfacciones que con su alquimia pueda transformarte,con el tiempo,en un feliz Hombre-Niño.
---Juliana Gómez Cordero---
-¿Te gusta alguno en especial?
Me miró sorprendido sin decir nada y repetí mi pregunta,
- ¿te gusta alguno?
- ¡ me gustan todos!
Pero si te gustara alguno en especial, yo puedo regalártelo. Su rostro se ensombreció al decirme.
- ¿Para que? yo no tengo tiempo para jugar.
Al verlo tan accesible me animé a seguir con mis preguntas
-¿por qué no tienes tiempo?
- porque trabajo
-¿que edad tienes?
- diez años recién cumpliddos
- y ¿en qué trabajas?
- desde las siete y media abro puertas de taxis.
- Hasta que hora?
- Hasta las diez
- y ahora ¿adonde ibas?
- Todos los dias a las once, le limpio el coche del doctor que vive a diez cuadras después le hago mandados a una viejita...y ya se hace la hora de ir a comer.
Continué con mis preguntas (no se trataba de un reportaje, aunque lo parecía).
- ¿Al colegio vas a la tarde?.
No pude soportar su mirada cuando me dijo
-¡Usted está mal! si yo no trabajo ¿cómo viven mi mamá y mis dos hermanos chiquitos?
No supe que responder...
-¿y tu papá?
- Si tengo, no sé por donde anda y ahora discúlpeme pero se me hace tarde y el doctor se enoja.
Echó a correr y lo perdí de vista. ¿Quien eres Niño-Hombre? ¿cuantos duplicados tienes en el mundo? ¿donde encontrar tu infancia perdida, tu fe y la esperanza que nunca conociste? ¿quién y cómo te podrá ayudar?. La impotencia me invade, mi ruego... ¿llegará a algún sitio?. Solo le pido a la vida (tu vida Nño-Hombre)que no se ensañe con vos, que no te cubra con el estigma del resentimiento y te brinde tantas satisfacciones que con su alquimia pueda transformarte,con el tiempo,en un feliz Hombre-Niño.
---Juliana Gómez Cordero---
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